El Gordo y el Flaco, un tributo a los actores Oliver Hardy y Stan Laurel
John C. Reilly y Steve Coogan rescatan del olvido a la pareja cómica más famosa de todos los tiempos
El dúo cómico por excelencia de todos los tiempos, es sin duda "El Gordo y el Flaco", compuesto por el norteamericano Oliver Hardy y el británico Stan Laurel, gracias a su naturalidad interpretativa y una química desbordante entre los dos actores.
Comenzaron su andadura en el cine mudo de los años 20 del siglo pasado y se prolongo hasta mediados del siglo XX. Siendo capaces de adaptarse al cine sonoro y seguir cosechando un gran éxito entre el público. Aunque hay que mencionar que su trayectoria no ha sido regular del todo, teniendo algún que otro altibajo durante su larga carrera.
"Aflorando viejas rencillas entre ambos interpretes"
La trama se desarrollo en la década de los años 50 cuando Oliver Hardy y Stan Lauren se reúnen para realizar una gira por Gran Bretaña e Irlanda, en un momento en que sus carreras artísticas están de capa caída.
A diferencia de su época dorada ya no atraen al publico como en otros tiempos, por lo que deben promocionar su espectáculo para poder salvar la gira, demostrando ante todo su gran profesionalidad, pero también llevándolos al limite de sus fuerzas.
Durante el tour se ira desgranando la relación entre los dos artistas, aflorando viejas rencillas y mostrando una visión diferente que cada uno tiene sobre sus respectivas carreras.
"Emulan a la perfección los gestos del dúo cómico"
La película nos muestra la complejidad de estos dos grandes actores cómicos desde la perceptiva de la madurez tanto profesional como personal, al mismo tiempo no solo nos enseñan su compenetración en el ámbito laboral sino que también nos muestra su gran amistad a pesar de sus rencillas y ambiciones personales.
El largometraje cuenta con una maravillosa ambientación de época que te traslada a los años 50, aunque lo mejor del film es la conjunción de la caracterización de los actores, John C. Reilly (Oliver Hardy) y Steve Coogan (Stan Laurel) con un increíble parecido a los personajes que interpretan y la gran capacidad que han tenido para poder emular a la perfección los gestos del dúo cómico.
Sin duda es una película recomendable, con un buen guion que ahonda en la última etapa de su carrera artística, con ciertos momentos emotivos (pero sin pasarse) y mostrando que no todo es de color de rosa cuando se baja el telón.